ISBN: 978-84-608-5444-9
Encuadernación: Tapa blanda
Edición: 3
Número de páginas: 175
Tamaño: 16 x 23
Tras la implosión de la Unión Soviética surgieron estados independientes en el Cáucaso y Asia Central. Georgia, Azerbaiján, Uzbekistán o Kazajstán. Remotos, misteriosos, salvajes y todavía puros. Llenos de dificultades pero también de maravillas como Samarcanda, mítica ciudad enclavada como punto estratégico de la Ruta de la Seda, antigua y magnífica capital del Gran Tamerlán, emperador mongol del siglo XV. Hasta allí llegó en 1403 un madrileño: Ruy González de Clavijo. El viaje hasta allí recorre algunos de los paisajes más bellos, exóticos y complejos del mundo. Los Balcanes con su diversidad; el surrealismo de Albania; Grecia y el sentido caótico de la existencia; Turquía y sus contradicciones; las montañas del Cáucaso en Georgia; el petróleo de Azerbaiján; el Caspio, ese lago que quiere ser mar; Kazajistán, el desierto desde el que despegan las naves Soyuz; o Uzbekistán, la cuna de las ciudades joya de Jivá, Bujará y Samarcanda. Nómada en Samarkanda es el relato de una gran aventura en motocicleta vivida en la Ruta de la Seda por uno de los escritores más conocidos del panorama viajero español. Pero Nómada en Samarkanda es también la crónica sentimental de un regreso. Miquel Silvestre desgrana aquí las experiencias, reflexiones, alegrías y desengaños que experimenta al retornar al escenario agreste y salvaje que explorara en 2009 como anónimo aventurero inexperto. Es una vuelta ya como célebre viajero con miles de seguidores allí donde sufrió una transformación personal profunda cuyo recuerdo le acompaña constantemente en esta nueva expedición. Una charla con el hijo de un nazi, un solitario monasterio ortodoxo, páramos desolados como los de un cómic, un desastre ecológico planetario causado por el hombre, un museo en mitad de la nada testimonio de libertad y otro dedicado a un asesino de masas. Los escenarios de este libro son tan extremos que parecerían novelados si no supiéramos ya que la realidad siempre supera a la imaginación. ¿Qué ha cambiado más en estos años? ¿El paisaje o el viajero? ¿Qué queda de aquellas emociones puras de las primeras aventuras? Miquel Silvestre se va dando respuestas a estas preguntas mientras cruza desiertos, charla con camioneros, discute con policías o se admira ante la magnificencia de las ciudades azules de la Ruta de la Seda. Ah, y además hay una historia de amor. LA RUTA La ruta completa se realizó en una BMW R 1200 GS del 2013, conocida como de agua por ser la primera de refrigeración líquida de la marca alemana. El recorrido incluyó Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Grecia, Turquía, Georgia, Azerbaiján, Kazajistán, Uzbekistán, Bulgaria, Rumania, Hungría, Austria, Alemania, Italia y España.
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